Sign of God's grace in our lives
We recognize that the Sacraments have a visible and invisible reality, a reality open to all the human senses but grasped in its God-given depths with the eyes of faith. When parents hug their children, for example, the visible reality we see is the hug. The invisible reality the hug conveys is love. We cannot "see" the love the hug expresses, though sometimes we can see its nurturing effect in the child.
The visible reality we see in the Sacraments is their outward expression, the form they take, and the way in which they are administered and received. The invisible reality we cannot "see" is God's grace, his gracious initiative in redeeming us through the death and Resurrection of his Son. His initiative is called grace because it is the free and loving gift by which he offers people a share in his life, and shows us his favor and will for our salvation. Our response to the grace of God's initiative is itself a grace or gift from God by which we can imitate Christ in our daily lives.
The saving words and deeds of Jesus Christ are the foundation of what he would communicate in the Sacraments through the ministers of the Church. Guided by the Holy Spirit, the Church recognizes the existence of Seven Sacraments instituted by the Lord. They are the Sacraments of Initiation (Baptism, Confirmation, the Eucharist), the Sacraments of Healing (Penance and the Anointing of the Sick), and the Sacraments at the Service of Communion (Marriage and Holy Orders). Through the Sacraments, God shares his holiness with us so that we, in turn, can make the world holier. (USCCB)
Dones de la gracia de Dios en nuestras vidas
Reconocemos que los sacramentos tienen una realidad visible e invisible, una realidad abierta a todos los sentidos humanos, pero comprendidos por los ojos de la fe en la profundidad que Dios les da. Cuando los padres abrazan a sus hijos, por ejemplo, la realidad visible es el abrazo. La realidad invisible del abrazo expresa amor. No podemos "ver" el amor que expresa el abrazo, aunque a veces vemos el efecto emocional en el niño.
La realidad visible que vemos en los sacramentos es su expresión exterior, la forma que toman y el modo en que se administran y se reciben. La realidad invisible que no podemos "ver" es la gracia de Dios, su iniciativa generosa de redimirnos por la muerte y resurrección de su Hijo. Esta iniciativa se llama gracia porque es el don gratuito y amoroso por el que Dios ofrece a su pueblo el compartir en su vida, y muestra su favor y voluntad de nuestra salvación. Nuestra respuesta a la gracia de la iniciativa de Dios es en sí misma una gracia o don de Dios por la cual podemos imitar a Cristo en nuestras vidas diarias.
Las palabras y obras salvadoras de Jesucristo son el fundamento de lo que nos comunicaría en los sacramentos a través de los ministerios de la Iglesia. Guiada por el Espíritu Santo, la Iglesia reconoce la existencia de los siete sacramentos instituidos por el Señor. Son los sacramentos de iniciación (Bautismo, Confirmación y Eucaristía), los sacramentos de sanación (Penitencia y Unción de los enfermos), y los sacramentos de servicio (Matrimonio y Sagradas Órdenes). A través de los sacramentos, Dios comparte con nosotros su santidad para que nosotros, a nuestra vez, hagamos al mundo más santo. (USCCB)